Una imagen puede nacer de un juego -que
es, sin duda, una buena forma de nacer- y a partir de ella generar
otras cosas: sensaciones, espacios, un clima particular. Una pequeña
historia.
Así creció este proyecto.
Y me encontré trenzando en él
dibujos, fotos, palabras y diseño para darle vida a Oliverio.
Entonces, el paso siguiente era
terminarlo como un libro, mi libro.
Hace poco dije que los libros surgen
del deseo de alguien. Del deseo de decir algo, de contar una
historia. De crear un pequeño mundo entre esas páginas.
Ojalá este íntimo universo pueda
formar parte de el de ustedes.